CALZADO TIPO DRIVER
El calzado, muy usado actualmente, que se denomina “driver” es una tipología que nació de una necesidad.
La gente que conducía automóviles, sostenía que con calzado de suelas duras, le era más difícil conducir, “sentir” los pedales.
La idea entonces, fue articular la suela, la cuál quedó conformada por “tapones” de un espesor entre 4 y 6 mm separados entre sí, por hendiduras de al menos 8 mm de ancho y muy poco espesor, entre 1 y 2 mm.
Esto permitió suma flexibilidad en la suela, sin embargo, quedaba aún obtener el mismo resultado con la plantilla de armado, la que suele ser de material semi-rígido del tipo del aglomerado de cuero.
La variante surgió entonces, usando esa suela flexible en un zapato que no tuviera plantilla de armado, los llamados enchufados o legítimos, que generalmente llevan en el plastrón una costura manual que lo une a la capellada que conforma los laterales de la capellada y la plantilla misma, ya que es una sola pieza. Los clásicos “mocasines legítimos”.
Se llegó entonces a un calzado sumamente flexible, apto para una conducción más confortable, ya que permite amplios movimientos del pie.
Suelen escucharse quejas de usuario respecto de este calzado. Sucede que al sentirlo cómodo, se le da un uso que excede sus prestaciones, se lo usa como calzado diario, y es entonces cuando el cuero que está cosido a la planta se desgasta en exceso, el zapato se deforma con relativa facilidad y finalmente, se descubre que no son tan cómodos, ya que no tienen plantilla interna que agregue confort.